Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra. - Génesis 15:7.
Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos. - Exodo 6:3.
Tengo una duda pues en Exodo 6:3 dice Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos. ¿Porque dice que se le aparecio sin darles a conocer su nombre de JEHOVA?.. si en Génesis 15:7 dice Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra. Ahi se da a entender que si le dio su nombre a Abram (Abram porque no se le cambio su nombre aun). Luis Darien
Iván Santis - Colombia
En el momento de llevar a cabo grandes actos redentores, Dios hace comprender a Moisés que se va a revelar no sólo ya como el Todopoderoso, sino «en mi nombre JEHOVÁ» (Éx. 6:3). Así, el nombre hace también próxima la presencia de la persona: no se puede resistir al ángel de Jehová, pues el nombre de Dios está en él (Éx. 23:21).
El santuario donde Dios es adorado es sagrado, pues allí hace morar Su nombre (Dt. 12:11). Jesús dice al Padre que Él había «manifestado (su) nombre a los hombres» (Jn. 17:6), es decir, toda Su naturaleza divina.
En la época bíblica se atribuía al nombre una considerable importancia. Hay una relación directa entre el nombre y la persona o cosa nombrada; el nombre participa de alguna manera en la esencia que tiene por objeto revelar. Expresa la personalidad hasta tal punto que el conocimiento del nombre de alguien implica conocerlo íntimamente e, incluso en cierto sentido, tener poder sobre él.
Cuando Dios dice a Moisés que no se había revalado a otro en su nombre, no está queriendo significar con ello que no se conociera como se llamaba, sino que no se le conocía en toda la manifestación de su naturaleza y esencia como Dios salvador, hasta ese momento esa área no había sido dada a conocer,Abran le conoció como el Dios amigo, el Dios cercano, hasta el punto de que le llegara a cambiar el nombre personal por el nombre profético. Así que aquí no hay ninguna contradicción.
Al Señor sea la gloria.